agosto 02, 2009

Irreversible



Nunca me había sentido mal un domingo por las fiestas de las noches pasadas, qué fue?

El tour de pánico y locura que me dieron los chicos el viernes a Villagrán? alguna vez un taxista se lamentaba por la descomposición de esa calle, era tan linda en la época de oro, dijo con la voz quebrada, o no recuerdo si fue el arquitecto Benavides después de dar una nota sobre el asesinato de varios hombres con una botella de Carta Blanca. El paseo por cinco o seis cabarets me revolvió el cerebro e hizo que me diera cuenta que no soy el chico tan malo que hasta el viernes en la tarde pensaba ser. Esos lugares no son para mí, por lo menos no los de esa calle, donde las cucarachas se visten de personas y las bailarinas mutantes se cubren el cuerpo de caramelo, prefiero algo más simbólico, como los que muestran en las películas o en los programas nocturnos de E!. No todo fue tan desagradable though, ver a mis amigos intentando despegarse a las bailarinas que se embarraron en sus piernas fue muy gracioso, casi se me reventaba la garganta de la risa hasta que llegó una conmigo, invítame una cerveza de $100, ni de chiste señorita, pero dos de los muchachos si cayeron en la trampa. Luego a reír de nuevo por ver a Marki pasándosela de maravilla con una botarga malvada de los Power Ranger con los senos descubiertos, hasta que unos patrulleros me eligieron a mi, de entre todo el cochambre toxico de la calle, escogieron mi brazo para estrujarlo y arrastrarme hasta la patrulla para revisarme, idiotas, de seguro son unos cobardes que eligen muy bien a los inocentes para nunca de los nunca meterse en problemas que no podrían manejar por el peso de la popo del miedo en sus pantalones. De regreso a casa, Alan, el chico que nos presentó Marki, roció la noche y parte del taxi con su vomito cuando íbamos en Constitución, como lo hice yo hace unos dos años en aquella noche inolvidable con Julz, Chava y Boys.

O fueron las heridas del sábado en la noche? No me duelen tanto, pero son la señal de que ya debo de volver a estar en forma, como cuando tenía 17 y hacía le parkour según Pops. Fue el cumpleaños de Monserrat, la fiesta se me hizo muy rápida, hace tiempo que no me ponía tan estupido, de seguro fue por estar jugando soccer con una pelota de gigante, ese intento de brincar la barda, la persecución con el Papi y el truco del tlacuache en medio de la carretera, hacerte el muerto para que no te echen a la alberca. Me divertí mucho y me agasaje con las carcajadas que me provocaba el Chava cuando pateaba la pelota y se caía sin preocupaciones en la felicidad de la tierra. Que júbilo reflejaban los vatitos, brincando, gritando y jugando por todos lados, agregando, como siempre, la fiesta a las fiestas.

Quién sabe por que me siento mal hoy domingo, no debería. Listo.

2 comentarios:

Alejandra Arévalo dijo...

La cruda, la cruda.
Yo también me sentí mal hoy domingo (hasta lloriquié un poco)
pero se me quitó jugando lotería con mis tías.

unasimplegalleta dijo...

mmm pero el domingo fuimos por boys y marcela y tomamos un cafe y jugamos maquinitas y perdimos 100 pesos y fuimos al cine y cenamos unas hamburguesototoototas y pepsi de botella eso fue algo nuevo para mi!

espero se te haya quitado ese malestar en e, transcurso del dia

un beso, guapo