noviembre 22, 2009

Garganta quemada





Marco se convirtió en una estatua de sal, quedó con los brazos cruzados y la bragueta abierta, parado sobre una mesa de Carta Blanca. Un héroe salado, eternizado aquella noche por la alegría de los que apostaron a su favor, por los aplausos y lo vulgar del momento. Maldita leyenda hermano, eres una maldita leyenda que nos enseñó todo lo que no hicimos cuando teníamos tu edad. Ya hace mucho de eso, unas tres semanas?, pero será inolvidable, como lo recetó el doctor Huesos. Viejos y jóvenes, volvimos a una infancia perversa, en la que hicimos juegos de cerveza, banquetes de carne cruda y filas peligrosas para intentar alcanzar a ver por una pequeña ventana como le hacían un B.J. a un viejo manso. No por morbo, solo para arruinarle el momento.

También fue la conquista de Cholula, nuestra última noche de la gira. Estuvo bien, a pesar del frío infernal y las piedras que me salieron en la garganta. Terminamos en un lugar llamado After Party, una casota vieja que tenía en las paredes pinturas de calaveras sonriendo y chicas con sus prendas en llamas; la casa estaba llena de parte de la juventud de Cholula, eran ya las cinco de la mañana y aun seguían llegando personas frescas, como si vinieran de otro planeta, caminando en otra gravedad y con sus rostros fosforescentes.

A la mañana siguiente, de regreso a Toluca, nos tocó ver al Popo humear, lindo hu? Volveremos el 4 de diciembre, para hacer que el resto de la población piense cosas bonitas.

Este fin de semana fue tranquilo, el viernes viví con Dayane los 500 días de verano, tiempo revelador de lo que uno no quiere vivir; me quedé sin embargo, con un gran sabor de boca por todos los otoños futuros. Linda chica, la que se llama ahora otoño. El sábado fuimos al radio de la UNI, Jorge y yo, nos divertimos un rato con ayuda de las chicas de Antrología musical. Después estuvimos at Dayane’s algunos de nosotros, entre hamburguesas y películas en la madrugada.

Este fin de semana fue tranquilo, porque él que viene estará arrancapieles por que cumple años uno de los mejores mother fuckers of porn de este cada vez más sucio planeta. Será el anual o anal Papipalooza, ahora en su versión de La Peor Pesadilla de Papá.

noviembre 02, 2009

Brain Eaters



Ayer mi madre me sirvió con regaños el desayuno: Una rebanada tostada de mi cabeza, cubierta con miel, mermelada, mantequilla y mucho Nutella; tardé 59 minutos para tomar el tenedor, encajar el primer pedazo y llevarlo a mi efervescente boca. Delicioso, pero el dolor de cabeza me estaba matando.

Cuando di la mordida, una fuerza invisible me dio una bofetada en la mejilla derecha, tan fuerte que caí de la silla; era el recuerdo del cumpleaños de Jazzmín, tenía ya mis manos y el cuello de la camisa empapados en salsa de las Alitas, me la estaba pasando en grande con los fuckers y la cumpleañera, hablando de las chicas que desaparecieron esa noche y de las mil situaciones que pudieron haber provocado que se esfumaran. Aun tengo atorado en mi garganta un hueso de aquella fiesta, cada vez que empiezo a sonreír, me hace cosquillas y termino en una casi infinita serie de carcajadas que me dejan morado, casi muerto.

Le di un trago a mi tarro de leche, su frescura me recordó el sabor ficticio de la Shitty Honey del día de nuestra Marcela. Fue la noche en la que cometimos la gula siete veces en el Ihop, cuando los que faltaron nos acompañaron en un dibujo preescolar. Celebramos a Marcela con pancakes, cream pies y la amarga plática sobre la vida real de Pops.

Ese par de pollitas se la pasaron muy bien en sus días, cómo no? Si tienen buenos hombres que saben consentir, y claro, a todos los motherfuckers que tanto las divierten.

- mamá, como que se te pasó algo el desayuno... no?

Por la noche del sábado, la noche de los muertos vivientes y del millón de personajes que salieron de tu televisor a hacer destrozos en el centro de la ciudad. Acabamos en una casita llena de espantos, donde el hombre sin rostro desgarró su guitarra, el sheriff de ningunlado falló sus tiros por la cerveza, el civil hizo lo de siempre, muy bien, ahora entre monstros y yo toqué el saxofón rodeado de hawaianas que me perfumaban con sus jardines exóticos. Las canciones de los Aurora Turbo, siempre me envuelven en una especie de manta chispeante que me motiva más a perderlo todo de una manera entretenidadivertida. Por lo que no pude dejar de envenenarme, aun y cuando casi me secaba por las miradas de aquella ninfómana que les robó el alma a cuatro novios en el lugar, yo los vi, marchitos en diferentes partes de la casita, vestidos para la boda que ya nunca tendrán.

Fue una noche horrorosa, de sangre, heridas grandes y sonrisas hechas con machetes.

No puedo esperar por la siguiente Noche de Brujas.

- oh no, olvídalo madre, el desayuno te quedó delicioso… en su punto!!!

Valió la pena el crunchcrunch de cada pedazito tostado de mi cabeza.