marzo 23, 2010

Me gustan las heridas en las rodillas y en los codos...



Tengo ambos costados de mi espalda hinchados y adoloridos, pero me gusta mucho cuando me estiro, por que siento más ese dolor y mis músculos recuerdan la noche del domingo: brincando, golpeando las estrellas, llenándome los tenis de tierra y bailando como nadie nunca había bailado.

Una de las cosas que más me gusta hacer es celebrar, incluso el dolor, por eso me gusta pintarme la cara de calavera, usar chaquetas de cuero, fumar muchos cigarrillos, ver películas tristes y películas con moto-sierras, mucha sangre y shorts pequeñitos.

Ese líder pos moderno me lo gritó cuando intentaba hacer trucos de patineta prohibidos para mi edad y condición física, Ella es hermosa, la vida? creo que se refiere a la vida y a todas las chicas pelirrojas que no tienen cara de bobas. Ella es hermosa, me lo gritaba con una introducción de guitarra que parecía sacado de algún tatuaje en piel durazno medio escondido por un calzoncillo traviesoerotico. Claro, se tiene que referir a la vida y a todas las chicas lindas con las que te cruzas en ella y te hacen tirar golpes de felicidad al techo de tu casa hasta hacer grietas que te dejan ver la luna y el sol.

Hasta hace poco, un año?, volví a escucharlo por Il Papi, me pasó un vídeo "We want fun" y decidí empaparme de su filosofía de celebración, lo que enriqueció aun más la manera en la que veo las cosas y de que no se trata de un estado de "inmaduración", no no no señores, se trata de celebrarlo todo, de siempre sonreir y disfrutarlo todo, con cerveza, hamburguesas, ensaladas, agua, cigarrillos, pantalones de mezclilla, condones, faldas, tatuajes, empleos malos, empleos buenos, humedad, dinero, siestas, accidentes, sillas de ruedas, besos, sexo, amor, mascotas, espagueti, fotografías, tequila, vidrios rotos, aros de cebolla, tareas, universidad, caídas, patines, toallas sanitarias, exámenes, la muerte y una infinidad de etcéteras.

Es Andrew W.K. en su divertido intento por mostrarnos la manera más pura y enérgica de gozarlo todo. Como lo gozamos el domingo, junto a la diosa de su esposa, ella es la fiesta materializada, ella es hermosa, llena de energía, brunette, vestida con un leotardo de un futuro cercano, que dejaba ver una piel de helado de vainilla y cerveza mientras se movía como ninguna otra chica se había movido para atraer a la humanidad, más allá del erotismo y de lo sexual.

Ver ese show junto al Papi, me dejó con todos los huesos rotos, una sensación de haber regresado a mis años de preparatoria y una sed insaciable de vivirlo todo o por lo menos saborearlo con minuciosidad en el lugar where the wild things are.


(Papi me recordó al eufórico personaje de la película, Carol, corriendo divertido y destruyendo arboles por todo el bosque).

marzo 14, 2010

Be my baby



Hace mucho tiempo que no la veía, recuerdo que muchas veces me contó sus problemas en la preparatoria y cuando llevé una clase con ella en la universidad también hizo lo mismo, teníamos una especie de lazo de confianza, o ella nos tenía una especie de lazo de confianza a mi y a Jonathan Gumy... que linda chica, pensábamos, una gran actitud, firme, fuerte, directa; en la preparatoria llevaba un gas pimienta y una maquinita de esas para electrocutar en su bolso, por lo linda e independiente que era, es como Ariel, la de la Sirenita; o cualquier princesa dibujada en Disney.

Recuerdo que la primera vez que la vi, llevaba un chongo asímetrico o quiensabecomo, que hacia que se viera como una chica de los ochentas y eso era cuando todavía los ochentas no estaban de moda.

Hace ya años que no la veía, que no sabía mucho de ella, solo algunas fotos que se suben al espacio. Pero hace dos semanas, en el casting para la producción del cortometraje de mi clase de cine, ella entró al aula sin darse cuenta que yo estaba ahí; tardó en reconocerme por que yo ya tengo barba y bigote.

Fue seleccionada como la actriz principal y hoy le arrancaron una parte del cuello a mordidas.

Este fin de semana fue muy cansado pero enriquecedor, me encerré junto con mis demás amigoscompañeros de clase, en una capsula ajena al tiempo, en la que hicimos ocurrir una de las pocas historias de horror que he completado. Silencio, se va a grabar, cámara lista?, lista, iluminación lista?, lista, sonido listo?, listo, sonido, corre, cámara, escena 13 toma 13, acción!!! ni si quiera respires, por que el boom lo capta todo; muchas veces escuchamos las tripas revolcándose en algún estomago hambriento, o la respiración agitada de alguien nervioso, o los pensamientos de aquel tipo que pensaba que aquella tipa tiene algo atractivo en los vellitos transparentes del lóbulo de su oreja derecha...

Cuando no estábamos materializando lo que tanto me encanta que suceda en la pantalla grandechicaoenmicabeza, la convivencia era agradable y en parte, nostálgica, por que todos aquellos que verán el producto final nunca sabrán con exactitud todo lo que pasó y estaba pasando mientras se hacía; aunque haya un behind the scenes, nunca, pero nunca, nunca sabrán lo que había en esos momentos dentro de cada una de las cabezas que participaban en la producción... es algo difícil de explicar, es como un millón de historias infinitas dentro de una sola; historias que nunca se resolverán o que nunca verán la luz del día por que están encerradas en una caja fuerte hecha con huesos.

Fue muy interesante ver la historia dirigida por otro dude, gran compañero y amigo de clase, el Pasos, quién no estuvo muy lejos de lo que yo me imaginé muchas veces en mis viajes de camión urbano. Cuando veíamos lo recién grabado, no terminaba de creer que era algo hecho por nosotros, Freaky Films.

En fin, hoy domingo terminamos de grabar; acabamos empapados de sangre y del vestido de Luisa y los ojos muertos de Jonathan V. Falta la postproducción, el producto final depende mucho de ello y creo que saldrá algo de lo que estaremos orgullosos por mucho tiempo.

marzo 08, 2010

Su gorrito de colores.



Soy una persona muy distraída cuando leo algo para la escuela, pero cuando leo algo que no es para la escuela siempre logro imaginar todo muy bien; como un gorro en una bolsa de evidencia y exceso de sangre en la tierra de un campo de maíz.

marzo 01, 2010

Los Brillitos



Los brillitos que tanto me gusta que se refleje en el lente de la cámara, son todas las mascotas que se han muerto hasta entonces; todos los fantasmitas que saben que los quisimos como se quiere a un hermano, corriendo desde el sol y jugueteando con las nubes, acercándose lo más que pueden a sus dueños para nunca olvidarlos y moverles la cola o ronronearles desde el cielo.

Extrañare mucho a la Pelusa, ni si quiera tuve la oportunidad de verla sin vida, pero eso me hubiera agrietado mucho más; estuvo con nosotros muchos años y nunca se cansó de pedirnos con su patita de uñas largas que la acariciáramos una y otra vez. Tampoco les conté de cuando Rambo desapareció, ellos eran la pareja, los reyes de los cachorros del Mezquital. Quién sabe si Rambo esté muerto, yo creo que sí, creo que se fue para que no lo viéramos perder la vida, fue considerado, fue uno de los mejores, con todo y sus mordidas amargas.

Adiós a mi pareja preferida, sé que no he sido un chico tan bueno, pero espero poder llegar a ese paraíso en el que los encuentre a todos ellos y nunca dejar de jugar en una cama gigante, en un jardín infinito, en una carne asada sin final, en la que les serviré todos los huesos en una bandeja de cristal, un lugar en el que no exista el baño y en el que siempre mencionemos la palabra “vámonos” para pasearlos en el coche y que le ladren por la ventana a los extraños.

Ahora que escribo esto, recuerdo muchas de las cosas que viví con ellos. Me acuerdo que a Rambo lo sacaba al parque cuando era un cachorrito, yo tenía obesidad infantil y él siempre quería correr y correr y correr; nunca pude seguirle el paso. Cuando se escapaba de la casa, corría, volteaba a ver que iba tras él, se esperaba y cuando estaba cerca de atraparlo corría aun más, siempre hacia lo mismo, de seguro se reía mucho, después de varias veces de hacerlo se dejaba atrapar y me lamía los brazos. Cuando llegaba de la escuela, y él estaba afuera, me veía desde lejos y corría a recibirme y casi me escalaba para que lo cargara. A Pelusa le daban unos ataques cuando me veía, empezaba a correr en círculos resbalándose y golpeándose con las paredes, era como una especie de ritual de bienvenida en el que perdía la razón. Muchas veces, cuando me hipnotizaba el televisor, ella alejaba el aburrimiento sacudiendo uno de los peluches que tenemos en el sillón, el rinoceronte era su favorito… Ah, voy a extrañar a ese par de perritos.

Rambo, terminó tuerto y con la cadera rota por escaparse una vez y durar cinco semanas fuera de casa, era un perro fuerte y con carácter. El tonto no aprendió la lección, se escapó de nuevo y ya nunca regresó… o como digo, tal vez se alejó para morir. A Pelusa se le complicó la hernia que tuvo durante mucho tiempo, los doctores decían que era demasiado débil para aguantar una operación y creo que así fue como nos dejó solos.

Los extraño y extrañare mucho, hasta el día en que los vuelva a encontrar junto a la Mishu Gris al final de mis días.

Adios Pelusa, Adios Rambo.