julio 08, 2010

Ídolo Adolescente



He tenido dos trabajos en mi vida, como practicante... de hecho han sido tres, pero a uno no lo cuento. Ahora estoy en proceso de entrar a otro y hoy tuve una especie de primer día, solo que estoy bajo prueba. Hay algo que siempre me ha pasado en mis primeros días en un trabajo, es que empiezo a extrañar todo lo que no se relaciona con él y todo lo pasado, es muy intenso, como cuando lloraba por que mi mamá me dejaba en el kinder o como cuando no llegaba por mi a la salida de la primaria y pensaba que nunca la volvería a ver. Es muy fuerte, ah de ser el fantasma de la enajenación, el hecho de que estoy siendo utilizado de alguna forma, no lo sé. Los primeros días en un trabajo siempre son terriblemente tristes para mi... por que quiero abrazar a alguien, quiero querer a alguien en ese instante, que me hablen por teléfono, regresar a la secundaria, quiero platicar secretos, oler aromas familiares, quiero las mañanas frías de no levantarme; pero en los primeros días de trabajo todo eso desaparece y quizá para siempre.

Los primeros días extraño muchas cosas, todas las fotografías y a todas las personas que viven en ellas, extraño los vídeos musicales de los noventa y el olor a shampoo que deja mi familia en algunas almohadas, extraño las comidas en casa y los viernes por la tarde y sobre todo extraño todas mis mañanas futuras y la posible infinidad de años atrapado en un cristal mundano.

Me gusta creer que todo se recompensa, y tal vez, solo tal vez todo se aligerará al fin de cada mes y con el acumulo de la remuneración, cuando pueda invitarle a mis amigos un banquete vikingo, cuando pueda comprarle un vestido a mi mamá e invitar a mi padre al lugar donde sirvan la mejor carne de Nuevo León, cuando pueda escuchar en mi cuarto a Ennio Morricone, sentado en un sillón especial y perdido por el placer de haber vivido con tanto balance y desbalance. No se trata del dinero, si no de la felicidad y las satisfacciones que éste ayuda a conseguir, ¿para qué nos hacemos pendejos?

Pero los primeros días son horribles para mi.

4 comentarios:

unasimplegalleta dijo...

a mi se me revuelve el estomago los primeros dias :s
el olor me da no se que sensacion y me recuerda a la primer primaria a la que fui cuando se me paro la mariposa en la cabezota


exitoli

un beso.

un mar de limón dijo...

lo peor para mí es la hora de la comida! no sabes qué comer, ni donde, mucho menos con quien y te sientes observada(o)
pero sin duda! lo que calma es la recompensa de la vida simple y equilibrada que querías.

Jorge G dijo...

A mi no me pasa nada jejeje....

Mi trabajo es bien cool :)

Anónimo dijo...

Ojala te acostumbres pronto
:)