junio 09, 2009

Adios Dama de Plata




Buenas noches señorita de plata, le acaricié la barbilla y detrás de las orejas, cerró los ojos con un gusto reservado para recibir todo mi cariño. Fue la última vez que la vi con vida, recostada en el sillón, posando como siempre para una pintura que nunca nadie le hizo, con el aire de una cuarentona deseable y letal, fumando uno de esos cigarrillos largos, presumiendo en un atractivo silencio su belleza animal.

Se fue como se han ido las estrellas, con el misterio de la noche y lo que nunca nadie ve y nunca se puede explicar, como fue siempre con nosotros aunque la quisimos tanto y ella a nosotros, con misterio, el que acentuaba con sus andares, sus entradas secretas, sus salidas nocturnas y esos gestos soberbios que pretendían un dulce desdén hacia tanto amor.

La niña de la calle que se convirtió en la reina de nuestra casa, la precursora felina, siempre con los juegos de vergüenza por vivir en una casa de pobres, yo tengo clase, yo tengo clase y algún día llegare a tener mi palacio y mis ejercito de sirvientes, diez joyas en cada pata y alrededor de mi cuello, se fue con ese sueño y con el vestido de noche que nunca se quitó, es en estos casos cuando pido por un paraíso después de este mundo. Un paraíso que la trate mejor, en donde tenga su sillón palacio, donde se escuche cada cinco horas el sonido de una latita de comida abriéndose, donde le den miles de tapitas de latas de atún para lamer, donde la acaricien solo cuando ella quiera, en la barbilla y detrás de las orejas, donde suelten un ratón cada madrugada para que se vaya de fiesta, donde no haya gatos naranjas, donde haya personas a las cuales ronronearles cuando estén dormidas, donde haya un rinconcito con una sabanita para dormirse mientras yo hago ejercicio, donde este su amante negra para jugar y darse volteretas, donde le hagan cosquillitas en la panza con el pie para volverla loca y que corra de felicidad por la casa de pobres que ella tomó en su corazón como un castillo, donde le cierren las ventanas en las noches que ronda el gato malvado, donde la rescaten de la Cony mil veces para traerla de niña asustada a esta casa, donde nunca la bañen, donde haya un pedazo de tierra para echarse y ver los pajaritos en los árboles, donde siga para siempre de los siempre con nosotros y todos esos amigos que he perdido…

Adiós señorita de Plata, fuiste la primer y única mishu wishu, aunque a tu querida viuda también le digamos así, pobre, ahora estará sola sin quizá nunca entender en donde te has metido… Fue a una de sus visitas nocturnas, pero ahora nunca volverá.

Te acaricié por última vez detrás de las orejas y debajo de la barbilla para nunca lavarme la mano hasta que te vuelva a acariciar después de esta vida y lloraré hasta exprimir la ultima gota de tristeza y amargura para recordar lo dulce que hiciste mi vida.

Adios mishu.









4 comentarios:

Alejandra Arévalo dijo...

se murió :(

que feo...

unasimplegalleta dijo...

awww

lariina. dijo...

se siente bien feo =(

Anónimo dijo...

se me parte el alma. La última vez que la vi yo apestaba a delicados, bebía sin aguante y pensaba estúpidamente en maquilas.

Saludos