
yo yo yo... yo (risas)
yo... sin conciencia... yo... no piedad para esos hijos de puta. bang bang bang!!!
Tuvimos casi un encuentro con la nota roja la noche anterior…
- por favor detente por que si no lo haces moriremos…
- he estado bebiendo toda la noche, así no me puedo detener.
No eran maleantes de verdad, aunque algunos dicen que si lo eran… nunca mostraron sus armas, solo sus insultos, amenazas y el desperdicio de sus drogas.
“No te atrevas a tocar a mis amigos” pero el tipo solo empujaba e insultaba, el otro no dejaba de sonreírme con malicia y un poco de empatía, tampoco nunca sacó su mano derecha de su chaqueta, con la cual según la paranoia y su truco, sostenía a la muerte.
Sin conciencia, ni perdón, ni piedad, ni misericordia, para esos hijos de la gran puta. Bangbangbangbang!!! Clic clic clic…
Pero antes de eso, bailamos y bailamos y bailamos y bailamos con miles de láseres verdes en nuestros rostros y Penélope Cruz viéndonos desde el otro lado de la pista de baile. Bailamos y bailamos y bailamos y Diego y yo terminamos encerrados en la cajuela de un auto de lujo para poder viajar con los demás.
La noche se apagó con una plática geek entre Delfino y yo, sobre los lenguajes de programación que se podrían utilizar para detener la rotación del planeta tierra.